LA BOTA ACCIDENTAL
Vamos, bota roja, sal de mi cuarto,
¡qué asco de plástico y de lágrimas!
Vamos, salta y pisa como puedas
lo que aún llamas esperanza ¿No oyes
la canción del vertedero?
Vamos, fuera, chillona bota impar,
es la hora de tu mitad molida, vete
y hazle sitio a la flor de las cunetas.
Vamos, calla de una vez y salta.
Mª Ángeles Maeso
2 Comentarios:
Un poema muy bonito, Mª Ángeles. La bota ha vuelto a la vida después de varios años. Por cierto, ¿dónde está su gemela, su compañera de por vida?
Un nuevo paso de la bota, casi 5 años después, el pulso de esta bota es geológico (plástico, petróleo, vida mineralizada, combustible, no acercar al fuego). Veamos cuanto tarda su nuevo propietario en dar el siguiente paso, quizá éste sea un blog más bien para el siglo 22.
Angelines, ya se ve que la bota fue un mal huesped, a mí también me costó deshacerme de ella, y al siguiete dueño le costó el divorcio (felizmente sin embargo). Me alegro de tu alivio, y del siguiente paso y su vértigo.
Alejandro las botas no tienen gemelas, en todo caso mellizas, de simetría especular. Si relees el origen del blog recordarás qué fue de la pareja, dramático.
Besos a los dos.
Rafa
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